Son tantos los productos que ofrecen los bancos, que muchas veces no sabemos ni las diferencias. Nos dicen que tienen algunas ventajas o inconvenientes , y muchas veces no sabemos qué elegir. Mayor riesgo, rentabilidad, plazos…son muchos los factores que pueden influir en nuestros ahorros a la hora de elegir un producto y otro. En el post de hoy, vamos a explicar qué diferencia existe entre los pagarés bancarios y los depósitos. Hace pocos años, debido a la baja rentabilidad de los depósitos se pusieron de moda, y como parece que este año las bajadas de las rentabilidades de los depósitos al 1% (o menos) están aseguradas, es posible que los ahorradores puedan barajar esta opción.
Los pagarés bancarios, con títulos de renta fija, donde la rentabilidad se conoce de antemano. Estos pagarés dependen directamente de la solvencia de la entidad bancaria, y no están asegurados por el Fondo de Garantía de Depósitos. El funcionamiento del pagaré es similar al del depósito. El plazo de contratación puede oscilar entre 1 mes y 2 años, la rentabilidad es más o menos la misma que los depósitos, pero el riesgo es mayor y la liquidez es menor.
El pagaré ha sido emitido por el banco o empresa, y en caso de quiebra no habría ningún respaldo por parte del gobierno o de otras instituciones, sólo depende del banco. Eso sí, una de las ventajas es, que a la hora de subsanar las pérdidas de los clientes, el banco en cuestión, comenzaría antes por los clientes con pagarés, que por aquellos que tienen bonos, acciones, obligaciones… Aunque esto parece una gran ventaja, los primeros en la lista son las cuentas y los depósitos, y dado que la cantidad de todos ellos suele ser mucho mayor que la de pagarés, el dinero quedaría perdido.
Pero no todo son inconvenientes, pues hay muchos bancos que tienen una solvencia enorme. Ahí está la característica principal de los pagarés. Si el BBVA, uno de los bancos más solventes del mundo, me ofrece un pagaré al 3%, y por otro lado, una entidad menos solvente me ofrece un depósito al 2%; elegiría la primera opción. La solvencia del banco me garantiza que durante los años que tenga el pagaré, no quebrará, por tanto prefiero obtener mayor rentabilidad a pesar de que el depósito este cubierto en caso de quiebra.
En estos momentos en los que las rentabilidades de los depósitos están tan bajas, no está de más informarnos sobre posibles pagarés que ofrezcan nuestros bancos.
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