El presidente del gobierno ha confirmado lo que ya se presuponía como una realidad; durante el año 2014 comenzarán a aplicarse de manera generalizada de las tasas sobre los depósitos que ya algunas comunidades autónomas venían a aplicar.
En principio, y ateniéndonos a las anteriores declaraciones del ministro dehacienda, estas tasas se basarán en un modelo de horquilla de equipos mínimos y máximos que se dejarán en lo que a su aplicación de unos u otros se refiere a criterio de las comunidades autónomas, buscando una cierta unidad en la aplicación entre todas las comunidades autónomas para esta tasa.
Estamos realmente ante un tema que ha generado bastante polémica, y del que aún a pesar del anuncio firme de aplicación se desconocen muchos términos. Debemos tener en cuenta que en principio por lo que parece las previsiones que maneja el ministerio de hacienda se basan en una aplicación de un gravamen en el entorno del 0,02% a los depósitos, ciertamente lejos de la horquilla del 0,3% y 0,6% ya ajustara por cinco comunidades autónomas que mantienen el impuesto regulado (Valencia en periodo de trámite, Cataluña, Asturias, Extremadura, Canarias y Andalucía).
Las diferencias de recaudación lógicamente serían notables en función de la aplicación de uno u otro gravamen, ya que en el caso mínimo de lo expresado por el ministro la recaudación giraría en torno a los 230 millones de euros mientras que de darse una aplicación similar a la pretendida por Cataluña (suspendida por los procesos en el tribunal Constitucional) el total de esta recaudación superaría los 5.000 millones de euros.
Polémicas al margen, y con vocación determinada para aplicar dicha tasa, de momento poco más se puede añadir a lo que parece ya un proceso irreversible de aplicación generalizada de dicha tasa sobre los depósitos bancarios.