Ante la incertidumbre del mercado hipotecario, en donde una porción importante de la población se encuentra con inconvenientes para hacer frente a esta crisis, los bancos empiezan a apuntar seriamente al mercado de menor riesgo.
Las clases mas acomodadas, es decir los que mayores ingresos perciben, parecen ser los beneficiarios del momento.
Por este motivo, comenzaran a ser mas habituales, las hipotecas Vip o de alto standing, que permiten a sus suscriptores adquirir pisos o casas en las zonas exclusivas de las ciudades mas importantes de España.
Pero para no crear falsas expectativas, existen ciertas características que marcan estos créditos hipotecarios.
- Los precios nunca bajan de los 400.000 euros e incluso llegan y superan el millón de euros.
- Condiciones de contratación exigentes: un valor de tasación inicial de la vivienda superior a los 300.000 euros, y un porcentaje de financiación que no pasa del 80% del total de la hipoteca.
- Los clientes de las hipotecas ‘Vips’ no deben entregar aval y las condiciones del contrato son, generalmente, personalizadas.
Los primeros en salir al mercado fueron Bankinter y Banco Sabadell, pero con el correr de los meses otras entidades financieras han imitado este modelo y ahora el segmento mas privilegiado de la sociedad, tiene nuevas opciones, Banif, Caja Madrid, Caja Duero o Caja España, son otras opciones.
Las apuestas más claras para financiar la vivienda a las clases sociales con mayor renta están en manos de Bankinter y Banco Sabadell que han lanzado hipotecas en las que prima la adquisición de viviendas consideradas de alto standing, cuyo valor medio de tasación es de medio millón de euros. Ambas propuestas se distinguen de otras porque exigen cantidades prohibitivas para gran parte de los usuarios españoles, y coinciden en la «dureza» de la cantidad mínima para la tasación, una por valores superiores a 300.000 euros y la otra por un millón de euros.
Modelo de hipoteca
Para medir este tipo de operaciones, por ejemplo,
El banco concede una hipoteca de 600.000 euros para amortizar en un plazo de 25 años, con una tasa anual del 4,56%, que permite financiar hasta el 80% de la tasación de la vivienda, y contempla una comisión fija de 1.500 euros, «tanto para nuevas adquisiciones como para subrogaciones de hipotecas procedentes de otros bancos y cajas de ahorro», según aclaran desde la entidad crediticia.
Es evidente que en estos momentos, la inestabilidad se ha convertido en un indicador que amplia la brecha entre las posibilidades de los mas ricos, y aquellos que no tienen ese nivel social, excluyendo a muchas personas de la oportunidad de tener una casa propia.