¿Elegir depósitos referenciados?

Seguimos fieles a la contratación de depósitos bancarios. De hecho las cifras en lo que llevamos de año no mienten y las imposiciones a plazo han aumentado su volumen de captación de fondos a pesar de que este producto atraviesa uno de los momentos de rentabilidad más bajos de su historia. Pero también es cierto que, fruto de la frustración del ahorrador que ve la escasa rentabilidad de sus ahorros, hay un movimiento serio en dirección a otros productos o modelos. Como por ejemplo los depósitos referenciados.

¿Son una opción alternativa estos depósitos? Desde luego son una opción distinta donde, en caso de resultado optimo, la rentabilidad batirá de lejos a la del depósito estándar, pero, esta posibilidad no es la única cuestión que el ahorrador debiera tener en cuenta antes de su contratación.

depósitos referenciados
Es en el rendimiento donde vamos a encontrar la mayor de las diferencias entre un depósito referenciado y un depósito bancario estándar. En los depósitos referenciados, a diferencia de los demás, no va a existir una rentabilidad pactada de antemano, sino que esta rentabilidad se va a vincular de manera expresa a la evolución de un índice, una acción bursátil, un tipo de cambio o un tipo de interés.

Por tanto, mientras que el capital resulta garantizado la rentabilidad va a depender de la citada evolución, y de las condiciones establecidas por el producto en relación a dicha evolución.

Los dos grandes grupos en este aspecto son los siguientes:

  • Aquellos que ofrecen una remuneración compuesta de la revalorización positiva del indice menos un diferencial establecido de antemano: por ejemplo Euribor a un mes menos 0,30%. En la oferta actual de este tipo de productos los diferenciales a restar se situan entre el 0,25% y el 0,30%.
  • Aquellos que ofrecen una remuneración fijan en función de que el indice o referencia alcance una cota determinada: por ejemplo un cupón del 4% si el Ibex 35 alcanza determinado valor.

El objetivo básico de este tipo de productos es atraer a usuarios que desean buscar, sin abandonar la protección de su capital, la posibilidad de un mayor nivel de rentabilidad que el que los depósitos tradicionales proporcionan, eso sí, asumiendo el riesgo de obtener al final, si no se cumplen las condiciones, menores rentabilidades.

En definitiva una opción a tener en cuenta si se encuentra en esta situación, pero, no olvidemos, una opción que dependiendo de los plazos de la imposición, puede encontrar un enemigo peligroso en otros productos como los propios fondos de inversión garantizados o garantizados vinculados en la misma línea de los depósitos referenciados.

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