Project Lifeline (Proyecto de Salvamento) parece plasmarse. Este nuevo plan impulsado por el Gobierno de los EEUU para salvar a los que no puedan pagar cualquier tipo de crédito a la vivienda fue anunciado como una medida para controlar la crisis económica que se vive allí.
De esta manera, el Gobierno de George W. Bush anunció un plan de ayuda a los ciudadanos que no puedan afrontar el pago de sus hipotecas y estén a punto de perder sus casas, congelando durante 30 días el proceso de ejecución hipotecaria.
El plan, presentado hoy por el secretario del Tesoro, Henry Paulson, y el secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Alphonso Jackson, cuenta con el apoyo de seis bancos e instituciones financieras del sector privado, que ya forman parte del proyecto Hope Now (Esperanza Ahora).
El plan incluye a las hipotecas de alto riesgo, que ya son parte de un plan implementado en diciembre pasado que acoge a 1,2 millones de personas y que permite congelar durante cinco años los intereses de los créditos. Metodología de aplicación
Según los compromisos firmados entre el Gobierno y las entidades financieras, los propietarios que tengan un retraso de más de 90 días en el pago de las cuotas de sus hipotecas recibirán una carta que les permitirá pedir la «congelación» temporal del embargo de sus casas.
A partir de esta implementación, los propietarios tendrán diez días para proporcionar al banco información financiara adicional para el análisis de otros procesos de pago. Pesos pesados
Este nuevo pacto entre el sistema político y financiero tiene el aval de los seis grandes del sector privado que conceden el 50% de los créditos como Bank of América, Citigroup, Countrywide Financial, Washington Mutual, JPMorgan y Wells Fargo.