Ni los depósitos bancarios ni las cuentas remumeradas atraviesan desde luego por su mejor momento. En ambos casos el recorte de la remuneración ha sido drástico, pasando en algunas propuestas a menos de la mitad de la rentabilidad que ofrecían el año pasado por estas fechas. Además, en ambos casos pero fundamentalmente en los depósitos, hemos visto la desaparición de un buen número de productos que no han vuelto a ser repuestos en ninguna forma. Sin embargo ambas son las dos opciones de ahorro más elegidas por el ahorrador español.
Teniendo en cuenta lo anterior merece la pena realizar una pequeña comparativa en la que, a partir de la realidad de los productos, valoremos los pros y contras que pueden presentar en un supuesto enfrentamiento entre ambos.
Cuatro reglas básicas para que no te sientas engañado tras contratar un depósito
Los Depósitos
Son los grandes perjudicados de la rebaja de la rentabilidad en los productos de ahorro, más incluso que las cuentas remuneradas. Hoy en día encontrar depósitos por encima del 1 % en imposiciones medias a media duración es casi una tarea imposible, cuando, recordemos, no hace tantos años nos encontramos con ofertas cercanas al 4% y que coqueteaban con la ruptura de los límites establecidos por la Ley Salgado, una ley que fue derogada para acabar dando paso a otra limitación a la rentabilidad bajo la fachada de recomendación del BdE que a la postre ha llevado a las imposiciones a plazo fijo a sus mínimos históricos de rentabilidad.
En el apartado de las ventajas de los depósitos, lo cierto es que al margen de la garantía de seguridad del producto como tal hoy por hoy poco mas podemos añadir. Es cierto que se trata de un producto sólido, y también que habida cuenta del nivel de la inflación en nuestro país puede que acabe el año con algunas rentabilidades, pero, en general, en un proceso de inflación normal este producto tal y como se ofrece hoy en día tiene difícil batir a la citada inflación.
La Cuentas Remuneradas
Otro de los productos castigados por la merma de la rentabilidad. En este caso algunas caídas son verdaderamente espectaculares, como las que por ejemplo han sufrido las principales cuentas remuneradas online, en algunos casos ha superado de largo el punto y medio de retroceso en la rentabilidad en menos de seis meses. Las cuentas remuneradas, sobre el papel, debieran gozar de mejor salud que los depósitos, fundamentalmente porque se están moviendo en rentabilidades no muy lejanas, también porque los depósitos de bienvenida asociados a estas cuentas suelen ser los de mayor rendimiento aunque sea por espacio breve tiempo, y, por último, por supuesto por la opción de la liquidez que no tiene respuesta en los depósitos.
Las principales ventajas de estas cuentas por tanto, Tienen que ver con un modelo de contratación ágil que siempre no se da en los depósitos, con la liquidez total, y con unas propuestas de rentabilidad no muy alejadas de la media en los depósitos a medio y corto plazo (con quienes realmente compite).
