A la hora de ampliar el plazo de la hipoteca en principio debería ser tarea fácil, ya que no debería haber ningún impedimento por el cual no deban concedernos la ampliación. Un caso en el cual el banco se podría negar a conceder la ampliación del plazo en el caso que supusiera que nuestra edad al finalizar la hipoteca fuese superior a 75 años, que es la fecha límite para que se acabe de pagar la hipoteca para la mayoría de bancos. En el resto de los casos se suele aceptar la ampliación sin mayores problemas, ya que los bancos reciben un mayor importe de intereses compensando el incremento del riesgo que supone alargar el final de la hipoteca. Dicho esto, podemos observar que en la mayoría de los casos a los bancos les convendría ampliar la misma, ¿y a nosotros?
Una familia podría plantearse ampliar una hipoteca principalmente por dos motivos:
Necesidad de reducir la cuota
Muchas familias se pueden encontrar con la situación de ajustar sus gastos mensuales. Una forma es reducir la cuota de la hipoteca, que puede conseguirse de varias formas, una de ellas es ampliando el plazo. Las otras alternativas para reducir los gastos mensuales serían:
- Reunificar las deudas: incluir hipoteca y préstamos en una única cuota mensual, que sería menor que la suma de todas las cuotas.
- Acudir a los ahorros y cancelar algún préstamo o bien amortizar capital de la hipoteca para reducir la cuota. Aunque suele ser mejor poder disponer de los ahorros para poder hacer frente a los pagos.
- Solicitar una carencia de capital: sólo se pagan intereses durante un tiempo, de esta forma sólo pagas la parte proporcional a los intereses reduciendo de esta forma la cuota de la hipoteca.
Necesidad de ampliar el capital
Si la familia decide solicitar más capital al banco para comprarse un coche o para hacer reformas, lo más probable es que a la vez amplíe el plazo de la hipoteca para poder compensar el incremento del capital y evitar que las cuotas de la hipoteca aumenten mucho.
Una vez identificados los motivos por los cuales se quiera ampliar el plazo de una hipoteca, podemos pasar a analizar las ventajas y desventajas de la misma.
Ventajas
Podemos encontrar en este caso una sola ventaja, mencionada ya anteriormente. La reducción de la cuota de la hipoteca, permitiendo que la familia tenga una capacidad de consumo mayor mensualmente. Por ello, no suele ser muy aconsejable ampliar el plazo a no ser que sea necesario.
Desventajas
Comparadas con las ventajas, las desventajas lamentablemente son algunas más. Las desventajas son:
- Incrementa el total de intereses que se acaba pagando a final de la vida del préstamo, al ampliar el plazo también aumenta el importe total pagado de intereses.
- Se alarga la deuda y cada vez se hace más largo llegar al último recibo.
- Hay que pagar una comisión, aunque suele ser como máximo del 0,1% a diferencia de la comisión por modificación de las condiciones que suele ser entre el 1% y el 3%. Por su escaso monto esta no supone una gran desventaja.