Independientemente del momento de rentabilidad por el que atraviesan los depósitos, este producto de ahorro sigue siendo una de las principales herramientas elegidas por los ahorradores para colocar su dinero. Las condiciones generales de un producto garantizado y que presenta además una garantía hasta los 100,000 euros avalada por el FDG pesa lo suficiente para que siga siendo objeto de preferencia por parte de los usuarios. Sin embargo, ahora más que nunca, es necesario prestar mucha atención a los detalles antes de contratar cualquier depósito bancario.
Realmente las diferencias entre estos productos no son muchas dentro de las diferentes ofertas de depositos bancarios de las diferentes entidades, pero, si las suficientes como para justificar un estudio relativamente profundo de los elementos que componen la oferta, pero también de nuestras necesidades como ahorradores.
En este artículo damos un repaso a todo lo que deberías saber sobre los depósitos estructurados
Es evidente que no resulta lo mismo contratar un depósito a corto plazo que uno a largo plazo, o contratar un depósito remunerado en especie sobre uno creciente. Vamos a revisar los principales elementos que debiéramos siempre tener en cuenta antes de contratar un depósito.
Qué tipo de depósito me interesa mas
Esta es la primera pregunta que debemos hacernos. Es cierto que no existe una gama tan amplia de modelos diferentes, ya que la principal diferencia, como veremos después, estriba en el plazo. Pero dentro del mercado encontraremos ofertas de depósitos variados, no siempre ligados a un modelo de rentabilidad concreta, que pueden ser una alternativa a tener en cuenta.
Desde los depósitos estructurados hasta los depósitos en especie, la oferta permite al usuario valorar realmente qué puede resultar más atractivo en cada momento, por ello, Deberemos en primer lugar definir qué es lo que buscamos; no será lo mismo buscar un producto puente entre inversiones, para lo que un depósito a corto plazo puede ser muy interesante, o buscar un rendimiento concreto sobre una cantidad de dinero concreta para lo que nos puede valer incluso un depósito en especie.
Qué plazo me interesa más
Tal y como evolucionan hoy en día las rentabilidades en los depósitos casi podríamos afirmar que este es el elemento más importante. Determinar el plazo es básico ya que, como sabemos, la liquidez no es precisamente la virtud de estos productos. Debemos pues afinar siempre el periodo de tiempo en el que deseamos colocar la imposición, teniendo en cuenta las posibles necesidades de liquidez que nos puedan surgir durante ese periodo, y, teniendo cuenta también, que una cancelación anticipada del producto generalmente y sobre todo los depósitos a más plazo, puede suponer un coste elevado que hará que en absoluto haya merecido la pena la operación.
En este post realizamos una comparativa entre depósitos y cuentas remuneradas.
Cuánto dinero colocar en el depósito
Esta también es una cuestión relevante, aunque va directamente ligada con la anterior. Debiéramos siempre determinar el dinero que nos interesa colocar en el depósito. En muchas ocasiones los límites de los depósitos nos permiten jugar con las imposiciones y buscar más de una opción para obtener mejores resultados. Por ejemplo, podemos perfectamente apostar por un depósito a un plazo determinado con una cantidad concreta, pero, no apostar todo nuestro patrimonio destinado al ahorro a ese producto mientras esperamos una oferta más conveniente, o un producto que nos resulte más atractivo. En general, tal y como ocurre con la mayoría de productos de inversión y ahorro, colocar todo el dinero en una única dirección no tiene por qué ser necesariamente una buena idea.
¿Por qué contratar depósitos con una rentabilidad como la actual?
¿Vinculación sí o no?
Hoy en día algunos de los mejores depósitos se destinan a la captación de nuevo dinero por parte de las entidades. Tal y como indicábamos en el punto anterior, esto puede ser aprovechado si nos encontramos con una política de diversificación del ahorro, pero, sin embargo, En muchos casos presenta una variable a tener muy en cuenta; la vinculación.
Debemos valorar el grado de vinculación que nos exige la contratación de un depósito bienvenida, sobre todo si se encuentra ligado a otro producto como una cuenta nomina o similar. En función del límite máximo que nos permita la aportación y la rentabilidad que durante el periodo de imposición obtengamos, podemos realmente calcular si la operación resultará interesante o no, teniendo en cuenta que dependiendo del producto añadido y de sus costes efectivamente pueden no ser tan interesante a medio plazo.
Gastos y penalizaciones por cancelación
Los gastos de los depósitos no son comparables a los que generan otros productos, aún así, pueden existir y por supuesto debieran ser tenidos en cuenta en el cálculo de la posible rentabilidad, algo que siempre hay que realizar independientemente de la presencia o no de estos gastos. También, por supuesto, debemos tener en cuenta los gastos de cancelación antes de contratar un producto de ahorro, en este caso un depósito. El motivo es realmente simple, la diferencia de ofertas entre entidades puede llevar a que un producto en el mismo rango de plazo que imposición presente menor comisión de cancelación que otro; obviamente no deseamos cancelar el producto, pero en caso de necesidad siempre será mejor haber optado por aquella opción que menor coste presente.