Escoger un buen producto financiero, que realmente se adapte a nuestras exigencias y necesidades, es algo bastante complicado. No son pocos los usuarios que se encuentran insatisfechos con la mayor parte de productos que contratan a lo largo de su vida. Por ello, conviene tener en cuenta una serie de aspectos antes de realizar cualquier contratación.
Por ejemplo, si lo que buscamos es contratar depósitos, debemos tener en cuenta que el objetivo principal de las entidades bancarias es vendernos el producto, no buscar el que mejor se adapte a nosotros, sino el que más beneficioso pueda ser para ellas. Por ello, es muy posible que en nuestra búsqueda del depósito adecuado, muchas entidades nos pinten sus ofertas como las mejores del mercado, cuando realmente nos supondrán más de una preocupación y más de una insatisfacción.
Cuestiones previas a contratar un depósito bancario
Para que no nos veamos cayendo nunca en una situación semejante, debemos informarnos adecuadamente sobre lo que realmente nos beneficia a nosotros, en base a nuestro interés personal y nuestro nivel económico. De nada sirve contratar un depósito si luego no vamos a ser capaces de sacarle partido, o peor aún, de sacarlo adelante.
Uno de los consejos que debemos tener en cuenta por encima de cualquier otro, es planificar bien la cantidad de dinero que vamos a invertir en el depósito. Si no tenemos claro cuánto va a ser, lo calculamos, pero no podemos presentarnos en la oficina del banco buscando un depósito sin saber el dinero que vamos a poder destinar. De lo contrario, le resultará muy sencillo a la entidad plantarnos una determinada cantidad que en el momento nos parezca muy razonable, pero que probablemente a largo plazo no seamos capaces de asumir.
Una vez que sepamos exactamente la cantidad de dinero que vamos a destinar a nuestro futuro depósito, tendremos que buscar la rentabilidad adecuada. Muchos usuarios se dejan aconsejar en este sentido por sus entidades, pero esto no siempre es lo más recomendable, ya que de nuevo, la entidad busca beneficiarse lo máximo posible. En cualquier caso, tendremos que estar muy atentos al porcentaje que se nos propone, ya que no será igual un 2% TIN que un 2% TAE.
Además, es importante recalcar que estar bien informados sobre el producto que nos interesa contratar nos va a ahorrar muchas quebraduras de cabeza. Si no lo tenemos claro del todo, siempre damos la opción a la entidad de que nos ofrezca un producto muy parecido al que nos interesa, pero que contenga alguna trampa a través de la que consiga beneficiarse.
Esto no ocurrirá si disponemos de los conocimientos suficientes y lo demostramos. De esta manera, si tenemos claro el dinero que vamos a destinar al depósito, si negociamos adecuadamente el porcentaje al que se va a encontrar el mismo, y sabemos distinguir adecuadamente entre lo que es un depósito y lo que no, por mucho que se le parezca, tendremos la oportunidad de conseguir hacernos con el producto que mejor nos convenga.
No podemos dejarnos engañar por ninguna entidad en ningún momento, pero especialmente ahora debemos ser más conscientes que nunca dada la situación económica tan complicada en la que nos encontramos por la crisis de la pandemia.
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