Cancelar un depósito a plazo fijo nunca es una buena idea. Sin embargo, si aun a sabiendas de ello se debe cancelar el depósito, hay algunas cuestiones que siempre se deben tener en cuenta, y, de hecho, es mejor valorar previamente a la contratación.
Cuando se afirma que los depósitos bancarios son un producto sin liquidez, no es una afirmación gratuita. Se trata de un acuerdo en el que depositamos una cantidad de dinero a un plazo fijo a cambio de un rendimiento vinculado directamente a no movilizar el dinero durante ese plazo. Esto significa, que, en caso de rescate anticipado sobre el vencimiento del producto, asumimos algunas consecuencias.
Cancelar un depósito no es buena idea
La cancelación de un depósito nunca es una buena idea y prácticamente en todos los escenarios va a provocar gastos y penalizaciones. Otra cuestión será si estos gastos con penalizaciones afectan en mayor o menor medida al resultado final, como veremos más adelante en determinadas ofertas de depósito cuando se acerca al vencimiento del mismo la cancelación anticipada no es tan grave ya que tanto capital como el interés generado hasta el momento se encuentra consolidado. Sin embargo, esto no ocurre con todos los depósitos.
En general, como veremos a continuación, contratar algún depósito a plazo fijo sin tener claro que no vamos a necesitar tocar ese dinero durante el periodo de imposición no es nunca una buena idea.
Qué puede ocurrir si cancelas un depósito
La mejor alternativa para no sufrir la penalización de la cancelación anticipada es, como resulta lógico entender, no contratar depósitos a plazo fijo y buscar otras opciones para nuestro dinero. No es ninguna broma, no se puede negociar con la entidad bancaria sobre una característica tan clara y contundente de un producto que se basa precisamente en la no liquidez durante el periodo de imposición.
Por tanto, la primera alternativa para no sufrir una penalización de cancelación anticipada es tener claro que no vamos a necesitar liquidez por el importe de la aportación, y que en ningún caso tenemos que recurrir ni a una parte ni al total del capital aportado en el depósito. Si no podemos garantizar este hecho realmente es mejor que busquemos otras opciones para nuestro dinero.
Si aun así vamos a cancelar un depósito pueden ocurrir las siguientes cosas:
- Comisión de cancelación sobre los intereses pendientes: la entidad aplicará una comisión sobre los intereses pendientes de pago, teniendo en cuenta el plazo que restaba para el vencimiento.
- Rebaja de los intereses: en caso de cancelación anticipada, algunas entidades optan, sin más, por rebajar los intereses, con independencia del tiempo que se haya mantenido. Aunque falte un día para el vencimiento del depósito, la entidad puede establecer una cláusula en la que diga que si se reembolsa antes de tiempo el interés se reducirá.
- Depósitos sin penalización por cancelación anticipada. Son poco comunes, pero existen. Son aquellos que no penalizan de ningún modo por retirar el dinero anticipadamente.
- Ventanas de liquidez: Se trata de puntos concretos en los que se permite la retirada total o parcial de la inversión sin penalización o con una penalización reducida. Por ejemplo, un depósito al 1% TAE a 12 meses que aplica un 0,75%% de penalización por cancelación anticipada, excepto si se retira al cumplirse 6 meses, entonces no tiene penalización.