El TAE es unos de los conceptos que es imprescindible manejar cuando hablamos de productos financieros. El problema que nos encontramos cuando debemos decidir sobre productos financieros es que es realmente complicado en muchas ocasiones poder comparar los productos en base a las condiciones que nos explican.
La dificultad para comparar productos financieros radíca en la cantidad de conceptos que intervienen en la contratación. Aunque lo habitual sea fijarse en el tipo de interés que ofrece el producto, lo cierto es que hay otros conceptos, como el tipo compuesto, las comisiones u otros conceptos que pueden hacer que lo que parecía una buena oferta finalmente no lo sea.
Con el objetivo de facilitar compara productos financieros se creo el concepto de TAE o Tasa Anual Equivalente que nos ofrece una forma facil de comparar las rentabilidades o el tipo de interes que finalmente nos cobrará nuestra entidad financiera.
Esto nos permitirá en los productos de inversión como por ejemplo son los depósitos comparar productos que nos ofrecen la rentabilidad mensual, frente a otros que nos la devuelven al final del periodo. Evidentemente el disponer del dinero mensualmente e incluso poder reinvertirlo en otros productos de inversión será mas positivo que recibir esa rentabilidad al final. El TAE por tanto valora esta situación que el Tipo de Interes nominal (que es el que leemos en las ofertas) no refleja.
En aquellos productos en los que el Banco nos presta dinero, el TAE contempla las comisiones tanto de apertura como las de cancelación. Unas cantidades que no refleja el tipo de interés nominal, pero que será importante para calcular lo que definitivamente pagaremos.
Como conclusión deberemos fijarnos en el TAE cuando estemos eligiendo un producto financiero a contratar.
