Sumándose a la tendencia imperante en depósitos en los últimos tiempos aparecen en el mercado dos nuevos depósitos estructurados, en este caso de la mano de Banco Sabadell. Se trata de productos en los que se propone al ahorrador tratar de obtener una rentabilidad superior a la media de la que ofrecen los depósitos estándar.
El crecimiento de esta oferta de depósitos estructurados tiene que ver por supuesto con las bajas rentabilidades de las imposiciones a plazo, que, recordamos, a fecha de hoy ya han bajado su remuneración por debajo de la media del 1% en las imposiciones a un año. En este contexto parece comprensible que los usuarios vuelvan la vista hacia otras alternativas que pueden ofrecerles expectativas de mayor rentabilidad sin perder la garantía del capital, aunque con unas fluctuaciones en la rentabilidad muy importantes si las referencias cumplen o no los objetivos marcados.
Todo lo que deberías saber sobre los depósitos estructurados está en este este post
En este caso, como indicábamos, Banco Sabadell lanza al mercado una propuesta doble; Depósitos Ibex Up 18 III y Sterling Deposit Ibex Up 18 III. En ambos casos se trata de depósitos a plazo de 18 meses vinculados con la evolución del IBex35, que como ya sabemos, refleja los movimientos de mercados de las 35 empresas más importantes que cotizan en las bolsas españolas.
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En ambos casos se trata de productos contratables a partir de 600 euros y que mantendrán su periodo de comercialización hasta el próximo 22 diciembre. El modelo de referencia es el mismo también en ambos casos, si los índices del citado Ibex 35 resultan iguales o superiores al inicial el ahorrador recibir una remuneración del 1.10% TAE sin embargo si es inferior al inicial la remuneración desciende sustancialmente hasta el 0.25%. Es importante tener en cuenta que el segundo de los depósitos se comercializa en libras esterlinas, con lo que esto puede suponer al utilizar divisa en un producto de ahorro.
En general se trata de dos ofertas interesantes para aquellos que pretenden tener un techo de rentabilidad superior al que una imposición aplazó le puede ofrecer hoy en día aunque, eso sí, asumiendo el riesgo de no cumplir objetivos y aunque su capital no se vea afectado la rentabilidad como vemos disminuye vertiginosamente.