El Banco Popular no sólo vuelve a la carga con una nueva edición del Depósito Gasol sino que también lo hace con los clientes que tienen que renovar sus depósitos. La entidad está ofreciendo a estos usuarios diferentes alternativas con el fin de retener el capital en sus cuentas, bien en forma de depósitos o de otro tipo de productos financieros.
La llamada guerra de los depósitos tal y como la entendíamos hasta hace poco ha tocado a su fin y cada vez son menos las entidades que ofertan rendimientos espectaculares para los plazos fijos. Recientemente Banco Popular ha renovado su Depósito Gasol y ha iniciado una campaña publicitaria a gran escala para promocionar el producto con el que ofrece un 3,75% TAE a doce meses para dinero nuevo con una inversión mínima de 300 euros y una máxima de 500.000 euros.
Además, Banco Popular también debe afrontar ahora la renovación de los usuarios que contrataron en anterior Depósito Gasol a 12 meses y que ahora finalizan. Para ellos, la entidad está proponiéndo renovar con un cambio de condiciones. En concreto, su oferta es la siguiente:
- 3,5% TAE por la renovación del depósito
- 3.75% TAE por la renovación del depósito con un incremento de capital de 2.000 euros (para un depósito de 20.000 euros)
Además, Banco Popular también ofrece una posibilidad de retener la rentabilidad del 4% TAE que ofrecía el anterior depósito Gasol, pero lo hace a costa de perder la condición de depósito. Es decir, ofrece el 4% contratando otro producto: pagarés a 12 meses.
Desde la entidad informan, eso sí, de que no se trata de un depósito y hacen especial hincapié en las diferencias con los depósitos. Y es que un pagaré es en realidad deuda del banco a un plazo concreto (12 meses en este caso). Se trata de un préstamo que el cliente hace al banco a cambio de un tipo de interés determinado y consiste en un producto de renta fija.
Al tratarse de un producto distinto las coberturas y garantías son diferentes a las de los depósitos. En primer lugar, el pagaré no está cubierto por el FROB y en caso de quiebra no serían, ni mucho menos, los primeros en pagarse. El orden de prelación u orden en que se pagan las deudas hasta liquidar los activos del banco es el siguiente: depositantes, acreedores privilegiados, obligaciones subordinadas (donde entrarían los pagarés), preferentistas y accionistas.
Es decir, que los tenedores de participaciones preferentes estarían en tercer lugar para cobrar su inversión en caso de quiebra.
La otra gran diferencia que de hecho recalcan desde Banco Popular es la liquidez. Una de las grandes ventajas del Depósito Gasol es la posibilidad de cancelar anticipadamente el depósito recuperando la inversión de forma íntegra, mientras que el pagaré no puede cancelarse. Lo que sí se puede es vender en el mercado de renta fija, asumiento las pérdidas (o ganancias) que acumulase en ese momento.
Esta estrategia de colocar pagaré no es ni mucho menos nueva y de hecho la fuga de depósitos que estamos viviendo también está relacionada con este fenómeno.