¿Qué son los Fondepósitos?

La pérdida de atractivo de los depósitos bancarios ha desviado la preferencia de los ahorradores por otros productos financieros que cada vez ganan más adeptos. Entre las alternativas encontramos los Fondepósitos.

¿Qué son los Fondepósitos?

Los Fondepósitos son fondos que invierten al menos la mitad de su capital en depositos bancarios y el resto en renta fija (pública o privada). Su rentabilidad oscila entre el 3%. Interés superior al ofrecido por los depósitos en estos momentos. Como todo producto financiero tiene una serie de ventajas e inconvenientes que es necesario tener en cuenta a la hora de optar por ésta inversión.

¿Conviene invertir dinero a plazo fijo?

Ventajas de los Fondepósitos

  • Liquidez. Frente a la rigidez de otros productos de ahorro como son los depósitos o los planes de pensiones. El dinero invertido en los Fondepósitos puede recuperarse.
  • Fiscalidad ventajosa. Están exentos de tributar hasta que se rescate. Tampoco es necesario tributar al mover el dinero de un fondo a otro.
  • Posibilidad de traspasar el capital invertido a otros fondos sin penalizaciones.
  • Diversificación. Los Fondepósitos invierten en varios depositos bancarios y en valores de renta fija lo que provoca que el riesgo también quede diversificado.

Los mejores depósitos a largo plazo

Desventajas de los Fondepósitos

  • Menos seguros que otros productos de ahorro como los depósitos. En primer lugar, no están protegidos por el Fondo de Garantía de los Depósitos (FGD). Esto significa que si la entidad quebrará correríamos el riesgo de perder el dinero invertido. Por otro lado, al invertir parte de su capital en valores de renta fija, el riesgo también aumenta en proporción.
  • Rentabilidad no conocida de antemano.
  • Necesidad de una gestora y pago de comisiones de gestión que dependerán de la entidad financiera con la que se contraten.

Gastos y penalizaciones por cancelación

Los gastos de los depósitos no son comparables a los que generan otros productos, aún así, pueden existir y por supuesto debieran ser tenidos en cuenta en el cálculo de la posible rentabilidad, algo que siempre hay que realizar independientemente de la presencia o no de estos gastos. También, por supuesto, debemos tener en cuenta los gastos de cancelación antes de contratar un producto de ahorro, en este caso un depósito. El motivo es realmente simple, la diferencia de ofertas entre entidades puede llevar a que un producto en el mismo rango de plazo que imposición presente menor comisión de cancelación que otro; obviamente no deseamos cancelar el producto, pero en caso de necesidad siempre será mejor haber optado por aquella opción que menor coste presente.

Publicidad