La permuta de viviendas

Es posible que usted tiene este artículo, en los últimos tiempos, intercalado ente de noticias relativas a la vivienda, a las hipotecas, al mercado inmobiliario, haya escuchado un término que, tal vez, en primera instancia le resulte lejano, pero que sin embargo por ejemplo, en países del norte de Europa lleva poniéndose en práctica con un gran nivel de aceptación bastante tiempo, nos referimos al Swapping o permuta de viviendas.

Estamos ante una posibilidad, aún no muy extendida en nuestro país, pero que, va ganando enteros, existiendo ya incluso portales en los que se puede plantear este tipo de operaciones prácticamente como si de una operación de compraventa se tratara.
El swapping
La permuta de vivienda, como resulta comprensible simplemente en la expresión, consiste en el intercambio de vivienda entre dos particulares, un intercambio perfectamente regulado por ley, en el que ambas partes pueden pactar las condiciones particulares que lo regirán.

Habitualmente es raro que una permuta de vivienda parta de una igualdad exacta entre las dos viviendas que conforman la operación, de hecho, es más corriente en época de crisis, que la permuta pueda partir de la necesidad de uno de los propietarios en poner una vivienda que, o bien le queda grande por tamaño, o bien le queda grande por dificultad de pago de la hipoteca, en la operación, mientras que otro propietario, pone en juego una vivienda de menor tamaño o de menor valor, y, posteriormente, se busca una contraprestación económica que equilibre la operación.

Además de por los valores evidentes, la permuta de vivienda mantiene atractivo si tenemos en cuenta que los gastos de su realización son más bajos en cualquier caso que una operación de compraventa, ya que se parte de que la valoración de las viviendas se hace ajena a los precios de mercado y por tanto, los costes e impuestos derivados siempre son menores.

Una opción como vemos que, es cierto, todavía no despega de manera amplia en nuestro país, pero que sin duda, en un momento en el que las hipotecas por un lado ahogan a tantas personas, y por otro lado tan difíciles son de conseguir, puede convertirse en verdaderamente atractiva para muchos usuarios.

 

 

 

 

 

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