Fijarte en la TAE o en la cuota de tu hipoteca, qué es mejor

Cuando vamos a pedir un préstamo lo habitual es que nos fijemos en la cuota final que se nos ofrece. Sin embargo, hay otras cuestiones en las que deberíamos detenernos, por ejemplo en la TAE que el préstamo traerá consigo.

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Y es que la TAE (Tasa Anual Equivalente) nos ofrece una visión más clara del coste del préstamo al final de su vida. Esto ocurre porque, como veremos posteriormente, no hace referencia a una única cuota sino el importe total del préstamo.

Hay que tener claro que el pago de una cuota mensual queda determinado por la tasa de interés y el plazo. Esto, sin embargo, no acredita siempre estamos caro o barato. Imagina una cuota baja en un plazo largo, ese préstamo puede ser muy elevado si también tiene una TAE alta.

La TAE

Vendría a ser la tasa de interés anual real que vamos a pagar por los préstamos, es decir, el indicador de lo que nos va a costar anualmente dicho préstamo. A esta tasa no sólo se le aplicaron el coste de interés, también los gastos y comisiones que hayan quedado determinados en la firma de la operación. Por tanto, la tasa queda formada por el interés aplicado y por los honorarios de quien nos concede el préstamo. Dentro de esto, obviamente, es importante de antemano saber lo que se necesita para solicitar una hipoteca.

De manera común, a mayor plazo de amortización, TAE más elevada. Esto tiene que ver porque los costes añadidos por el prestamista se relacionan de manera directa con el riesgo de impago, a largo plazo se entiende que el riesgo de impago superior.

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Por qué una cuota baja puede no ser un préstamo barato

Como ya veíamos anteriormente una cuota mensual baja de las hipotecas no significa siempre que sus préstamos sean baratos. Sin embargo, una TAE alta siempre indica un coste elevado del préstamo haciendo referencia tanto a los intereses como al resto de gastos que va a llevar aparejado.

Esto lo podemos ver más claro en un ejemplo. Supongamos que dos personas solicitan el mismo crédito de 10.000 €.

La primera persona solicita el préstamo de 10.000 € a cinco años y se le aplica una TAE de 9,49%. El préstamo se amortizarán en una cuota de 210 € mensuales. Al final de la vida del producto se habrá devuelto la cantidad de 12.598 €. Por tanto el préstamo ha costado 2598 €.

La segunda persona ha solicitado el préstamo de 10.000 € a un plazo de tres años y se le aplica una TAE más baja del 6,99%. Sin embargo, su cuota es superior a la de la primera persona tiene que abonaran 309 € mensuales. Cuando concluya el préstamo esta persona habrá devuelto 11.114 €, es decir, el coste de su préstamo habrá sido de 1114 €.

Como podemos ver la cuota de la primera persona era menor y sin embargo el coste del préstamo prácticamente se ha duplicado. Es evidente que aquí haberse fijado en la TAE nos daría muchas más pistas que hacerlo de manera exclusiva en la cuota.

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